AYUDAS

Cuando sale el tema de las ayudas a los inmigrantes, siempre hay alguien que conoce a uno que no da un palo al agua y que vive de puta madre con las subvenciones que le dan.
Yo siempre les digo que me lo presenten y hasta el momento no he tenido el gusto de conocerlo. Siempre es alguien que le han contado o su vecino le ha dicho o el primo comento qué, cuando directamente no es un bulo malintencionado que circula por internet y que es falso.
Y yo no digo que no sea cierto. Seguro que habrá gente que reciba una ayuda que no debería.
Pero, ¿dónde está el error?
En primer lugar en la falta de ética de la persona que pide la ayuda cuando no la necesita.
Y en segundo en la gestión de esa ayuda.
Bastaría con controlar esa gestión para que, en efecto, se cumplan los objetivos que se buscan. Y un simple anuncio de ese control con resultados aliviaría a mucha gente que, sin ser extrema derecha, en este tema no les disgustan ciertas políticas más rígidas.
Creo que sería beneficioso para todas las partes, las personas más desfavorecidas tendrían esas ayudas, los pícaros que se quieren beneficiar cuando no les corresponden desaparecerían y la sociedad vería con mejores ojos esas ayudas si son bien gestionadas.