08/11/2008
Tras una desesperantemente larga campaña electoral, entre primarias y elecciones, Barak Obama será proclamado el próximo 20 de Enero nuevo presidente de Estados Unidos, a priori, uno de los puestos más importantes de la política mundial. Tras unas durísimas primarias en su propio partido contra Hillary Clinton, ganó con solvencia a John McCain, el candidato republicano. El famoso "yes, we can" de los discursos de Obama, parece que ha calado fuerte en la sociedad norteamerica.
¿Qué se puede esperar tras estas elecciones? Un amigo cubano me dijo una vez, que no hay cosa más parecida a un demócrata que un republicano. Desde luego en cuanto al bloqueo contra su país, no deja de ser cierto, ¿pero qué existe realmente detrás de Obama? ¿por qué ha creado tanto expectación e ilusión, no sólo ya en su país, si no a nivel mundial? El esperado cambio se supone que se refiere a algo más que el anecdótico color de piel del presidente. Dicen que se sitúa a la izquierda del partido demócrata y que encarna la nueva ideología de este partido, parece ser por lo menos el presidente más izquierdista en décadas, pero... ¿lo empezará a demostrar ahora? Tiene la ventaja de que es difícil hacerlo peor que Bush, pero éste le deja una herencia muy complicada; crisis económica mundial y especialmente acuciante en su país, guerras en Irak y Afganistán, malas relaciones internacionales por todo el mundo, especialmente con China, Irán, y también con varios países sudamericanos como Cuba, Venezuela o Bolivia. No nos olvidemos tampoco del curioso sistema de elecciones americano, con un modelo de recaudación de fondos que convierte a los políticos en rehenes de las grandes empresas que financian sus campañas electorales. ¿Qué hara y qué le dejarán hacer? Sólo el tiempo lo dirá, pero de momento, el hecho de que no haya ganado el abuelete McCain, con su delfina la ultracatólica Pallin y que la emisora de los obispos exprese su preocupación definiendo a Obama como izquierdista radical, ya es motivo de alegría.
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