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Hola muy buenas: Soy abierto, vitalista, enérgico, noble, equitativo, idealista, generoso, leal, buen organizador, protector, perfeccionista, con voluntad de poder y gran sentido del espectáculo y de lo dramático. Pero también despótico, egocéntrico, cruel, dogmático, intolerante, vanidoso, ansioso de poder y débil ante el halago. Si tienes suerte, te tocará mi mejor lado, si no, lo siento pero ni siquiera yo soy perfecto.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Sr. Arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela.

08/05/2007
 
Estimado Sr. arzobispo: Permítame decirle desde mi pecador agnosticismo; supongo que si usted puede hablar de política, yo puedo hablar de iglesia; que me ha vuelto a sorprender. No es la primera vez que la lía, ya se hizo famoso con aquello de alertar sobre una posible epidemia de homosexualidad, fuente de problemas psicológicos y frustaciones dolorosas y tal y tal. Pero esta vez se ha retratado del todo. Comenta en su escrito que deben tenerse en cuenta a la hora de votar a partidos como "Comunión Tradicionalista Católica (requetés), Alternativa Española, (refundación de la fuerza nueva de Blas Piñar), o Falange Española de las Jons. La verdad es que está muy puesto en partidos de extrema derecha, pues le confieso que no conozco a varios de ellos. No dudo, que según la idea de la religión que usted tiene, estos partidos cumplan en ese sentido su doctrina cristiana, pero ¿está también de acuerdo con otras doctrinas de estos partidos?, ¿No es usted representante de la llamada iglesia de los pobres a los cuáles estos neonazis apalean en cuanto pueden?, ¿se va a hacer una foto con los pobres negritos del África que pasan hambre, mientras pide el voto para la gente que desea pegarles hasta la muerte? ¿Son los bates de beisbol y las amenazas fascistas instrumentos que deben usar los cristianos ahora? ¿Deben según usted ser, Hitler, o Franco los nuevos ídolos de la madre Iglesia, en vez de Jesus, o la madre Teresa? Supongo que no Sr. Arzobispo, supongo que no es ésa la nueva iglesia que usted quiere, o por lo menos, la que quieren la mayoría de los cristianos. No le diré yo nada sobre su cristiandad, pues le repito que soy agnóstico, pero si le doy un consejo, deje de hablarnos de política, de intentar aclararnos el voto, y de lo malo que es el laicismo del gobierno español y aproveche su altavoz mediático para denunciar la pobreza o la injusticia en el mundo. Por el bien de todas y todos.
 
(Carta publicada en el diario de noticias el 10 de Mayo del 2007)