Hace unos días, el parque natural de las Bardenas, ese que
también es un campo de tiro, se vio bombardeado por el ejercicio sirio-tormenta
o algo así, que debe consistir en un ejercicio de defensa aérea anual en el que
intervienen la práctica totalidad de las unidades de combate del Ejército del
aire, además de otros medios de las Fuerzas Armadas.
El ministro de defensa español, Pedro Morenés, sí ese que
formaba parte de un negocio de armas hasta el día anterior de ocupar el
ministerio y que pidió una indemnización de cuarenta millones de euros cuando
se prohibieron las bombas de racimo, -indemnización concedida por cierto- en
respuesta a las críticas por hacer este ejercicio dijo que estas maniobras
militares son un gasto social.
Y aquí han hecho caso al ministro, ya que además de las
susodichas exhibiciones, también vimos hace escasos días pudimos ver en la
javierada, cinco regimientos del Ejército español que acudieron a la celebración
de una "javierada militar". Hace quinientos años, militares
castellanos también acudieron al mismo sitio. Esta vez parece que no lo
demolieron como la última vez. ¿O irían a pedir perdón a su familia?
Y para colmo, como aquellas fotos típicas del No-do,
inauguraron el cuartel de la guardia civil de Fitero. A todo lujo, sin faltar,
sotanas, tricornios y presidentas. Es igual que haya por la zona otros tres
cuarteles. Igual que los vecinos lleven reclamando un nuevo centro de salud. La
inversión del estado en Navarra es otro cuartel de la guardia civil. Como dice
el ministro, invirtiendo en gasto social