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Hola muy buenas: Soy abierto, vitalista, enérgico, noble, equitativo, idealista, generoso, leal, buen organizador, protector, perfeccionista, con voluntad de poder y gran sentido del espectáculo y de lo dramático. Pero también despótico, egocéntrico, cruel, dogmático, intolerante, vanidoso, ansioso de poder y débil ante el halago. Si tienes suerte, te tocará mi mejor lado, si no, lo siento pero ni siquiera yo soy perfecto.

sábado, 31 de enero de 2015

¿FEMINISMO O BIENQUEDISMO?

Los griegos ya se han hartado de supuestos rescates y votaron la semana pasada mayoritariamente a Syriza. No sabemos que sucederá a partir de ahora pero supongo que nada será igual. Sin entrar a valorar, de momento, todo ello, la caverna mediática ya ha empezado con las críticas, pero esta vez, también las hemos encontrado desde la izquierda, a cuento de que en su nuevo gobierno no hay mujeres. Son muchos los que se llevan las manos a la cabeza. Yo no estoy entre ellos.
Y es que a mí personalmente todas esas políticas de listas paritarias entre hombres y mujeres que ahora hacen en muchos partidos políticos siempre me han parecido una soplapollez. El poner un número como obligación, en mí, siempre ha creado el efecto contrario que parece se pretende. Se supone que en las listas o puestos de responsabilidad tienen que estar los mejores, independientemente de su sexo. El tratar a la mujer como un simple guarismo en vez valorarla por su posible valía me parece indignante y algo que en absoluto fomenta la igualdad de género. Si en un gobierno o en una lista de un partido político tiene que haber solo hombres o mujeres, que los haya, pero por un criterio de validez, no por políticas que pretenden ser feministas y que, por lo menos a mí, me parecen todo lo contrario. No me gustaría ser mujer y estar en un puesto con la duda de si lo ocupo por ser la persona idónea o por un escaparate populista de quedar bien con la sociedad.

domingo, 18 de enero de 2015

AYER SOÑÉ

Ayer soñé, que los niños volvían a jugar en la calle en vez de quedarse miopes en una videoconsola, que los adolescentes hablaban, en vez de quedarse sin cuello mirando vídeos de whapsapp, que la gente volvía a llamarse por teléfono, en vez de repartir fríos mensajes.
Ayer soñé que la solidaridad era algo más que una simple campaña de marketing, que la gente tenía más amigos en la calle que en facebook, que los periodistas tenían criterio propio en vez de trabajar para unas ideas que les pagaban.
Ayer soñé que los políticos hacían las cosas por el bien de los ciudadanos y no por electoralismo, que incluso había alguno al que el poder no lo corrompía, que la policía dialogaba antes de repartir hostias como panes.
Ayer soñé que la gente dejaba de tener prisa, de ir corriendo a los sitios y que tenía tiempo para dedicarlo a sus amigos y familiares, que se juntaba en un parque a ver las estrellas cuando anochecía.
Ayer soñé que la sociedad buscaba soluciones en vez de venganzas, que las religiones rezaban a sus dioses sin matar a otros por no profesar su fe, que los banqueros ayudaban a la gente en vez de enriquecerse a costa de la miseria de los demás.
Ayer soñé que la gente respetaba al resto, fuese lo que fuese, o, pensase lo que pensase, que las armas ya no hacían falta, que la ética volvía a toda la sociedad, que el fútbol volvía a ser un deporte en lugar de un negocio.
Ayer soñé que la gente leía libros, que los ídolos de la juventud eran gente trabajadora en vez de jetas tele basureros o futbolistas descerebrados, que los programas del corazón se terminaban y sus protagonistas tenían que buscar trabajo, que los concursos eran para recompensar habilidades en vez de para fomentar la estupidez humana.
Ayer soñé que la gente volvía a tener inquietudes más allá de quién ganase Gran hermano, que en el plató de "Mujeres hombres y viceversa" se encontraba una teta natural, que no había más reposiciones de "Verano azul" ni de "La que se avecina".
Ayer soñé que la gente no se preocupaba por las apariencias, que recuperaba el buen humor, que no se enfadaba, que los abrefáciles realmente se abrían fácil y que las aceitunas rellenas de anchoa no estaban huecas.
Ayer soñé que no me hacía mayor o que nada de esto me importaba.

jueves, 8 de enero de 2015

HUMOR, FUNDAMENTALISMO Y ETIQUETAS

Hay libros de los que sacas una frase, un pensamiento, que hace que solo por ello merezca la pena. ¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis! de Patxi Irurzun es uno de ellos.
En esta novela Patxi dibuja la ciudad de Pamplona-Iruñea como un lugar donde no existe el término medio. Y así es: en Iruñea o eres de Eta o eres del Opus. No hay más. Da igual que el noventa por ciento de la sociedad pamplonesa no sea de ninguna de las dos cosas. El fanatismo hace que te etiqueten en uno u otro lado.
Y dentro de este fundamentalismo me llama la atención la falta de humor. Ayer asesinaron en París a unos dibujantes, que solo pretendían hacer reír, por hacer unas caricaturas de Mahoma. Es curioso que la gente más radical, tanto de uno como otro extremo, no tenga sentido del humor. Como también es curioso el etiquetaje que se hace de estos actos. Mientras en Francia el hashtag #islamnoncoupable era trendic topic, en España lo era #stopislam. De nuevo el: o conmigo o contra mí.
No creo que la gran mayoría de gente que practica la religión islamista esté de acuerdo con los atentados de ayer, porque es a ellos a quien más daño han hecho. Sin embargo cada vez es más gente la que identifica a esta religión con el fanatismo. Y si no lo haces pasas a ser el enemigo. Una vez más. Si no estás contra ellos, estás contra nosotros.
Mención aparte merece la palabrería del gobierno español. Empezar a hablar de libertad de expresión después de haber cerrado medios de comunicación, de mandar a la cárcel al rapero Pablo Hassel o de imputar hoy a Facu Díaz por el siguiente vídeo, hace que, a la gente que sí tenemos buen humor, nos de risa.