Datos personales

Mi foto
Hola muy buenas: Soy abierto, vitalista, enérgico, noble, equitativo, idealista, generoso, leal, buen organizador, protector, perfeccionista, con voluntad de poder y gran sentido del espectáculo y de lo dramático. Pero también despótico, egocéntrico, cruel, dogmático, intolerante, vanidoso, ansioso de poder y débil ante el halago. Si tienes suerte, te tocará mi mejor lado, si no, lo siento pero ni siquiera yo soy perfecto.

sábado, 30 de enero de 2016

EL CHIP

Navarra vive un momento histórico para muchos. Gran parte de la sociedad ha estado silenciada durante años y tras una serie de carambolas increíbles se ha dado la vuelta a la tortilla.
Parece que no somos conscientes de lo que ha costado llegar hasta aquí. Los números nunca daban y cuando han dado, los socialistas siempre lo han impedido. Y llegaba una nueva oportunidad. Era ahora o nunca.
La crisis económica más larga de la historia hacía tambalear a los partidos de siempre y que otros nuevos fueran ganando terreno. Casos de corrupción o de actos que aunque legales eran totalmente reprobables salpicaban a los que hasta ahora siempre habían estado en el poder. 
Se decía que el cambio podía estar más cerca que nunca pero se tenían que dar muchas combinaciones.
De los dos partidos que surgían, Ciudadanos, no contaba para el cambio y pese a sus ideales contra el convenio navarro parecía que iba a lograr representación pero un escándalo de última hora parece que les privó de ello por un puñado de votos. Un puñetero puñado de votos que hubiesen inclinado la balanza hacia el otro lado.
Podemos en Navarra se inclinaba por una dirección que no gustaba en Madrid pero que parecía más proclive al cambio. La experiencia de depender de partidos de esa ciudad no jugaba a nuestro favor.
Geroa Bai, con la ayuda del tirón de su cabeza de lista, era segunda fuerza, quizá la única combinación posible en que cabía el cambio, y los números daban por fin 26. La sociedad estaba harta de los de siempre y además había entendido que el cambio solamente era posible sin el Psn.
Por fin, tras toda una vida al otro lado, jurando y perjurando cada lunes de elecciones en Navarra se pudo articular una mayoría sin Upn-Pp-Psn. No solamente en el parlamento, también en la mayoría de las poblaciones navarras.
Esto había hecho que gran parte de la sociedad llevásemos años en la calle protestando. Años y años de manifestaciones, de reuniones, de protestas. De intentar destruir una muralla con balas de perdigón.
Y hay gente que no ha cambiado el chip.
Se terminó el destruir. Ahora llega el momento de crear. Es mucho más difícil pero a la vez más hermoso.
Hay gente que lleva tantos años quejándose de todo que no se ha dado cuenta de que ahora toca arrimar el hombro y aprovechar estos cuatro años a tope para hacer las cosas bien y que esto no sea algo pasajero, si no que dure el máximo tiempo posible.
Esto no significa que no se pueda ser crítico con este gobierno. Ni mucho menos. Las críticas son siempre bien recibidas y ayudan a mejorar. Pero si estamos en tiempos de construir, las críticas también deben ser constructivas. Cambiar el chip. La victoria ha sido de los que siempre perdíamos. Vamos a dejar hacer y disfrutar de las cosas que hace un año eran inviables.
Disfrutar. Yo lo hago cuando enciendo la tele y puedo ver la Etb en digital, cuando mi alcalde recibe a Olentzero oficialmente, cuando no hay trabas en San Fermín txikito ni para Gora Iruñea, cuando la educación y la sanidad pública va a tener más medios que los que había antes. Cuando el euskera es potenciado en vez de perseguido.
Habrá cosas que se podrán y deberán mejorar, pero por el momento yo sigo disfrutando. 
¿Es mejor lo que había antes? ¿Cuánto peor mejor?
Cambiar el chip y disfrutar.