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Hola muy buenas: Soy abierto, vitalista, enérgico, noble, equitativo, idealista, generoso, leal, buen organizador, protector, perfeccionista, con voluntad de poder y gran sentido del espectáculo y de lo dramático. Pero también despótico, egocéntrico, cruel, dogmático, intolerante, vanidoso, ansioso de poder y débil ante el halago. Si tienes suerte, te tocará mi mejor lado, si no, lo siento pero ni siquiera yo soy perfecto.

viernes, 30 de marzo de 2012

UCRONÍA

Pensaba escribir algo sobre la CAN y su extraña política de alianzas con las que han conseguido ser menos del 2% de la entidad que nos ha absorbido, pero Juan Kruz Lakasta en su entibadora, ha hecho un excelente resumen y sin meter chapa económica.

UCRONÍA

A finales de agosto de 2007, las largas negociaciones entre Nafarroa Bai y PSN, emprendidas tras las elecciones autonómicas de mayo para formar un Gobierno foral de coalición, parecían abocadas al fracaso. Sin embargo, en el último momento, un pequeño e imprevisible accidente cambiaría el rumbo de las conversaciones: justo antes de la última reunión, mientras tomaba una caña en el bar O'Connors, el enviado de Ferraz, Alfonso Arroyo, aquel calvo tan lustroso, se atragantó con unos maíces que le habían puesto para picar. Su guardaespaldas le practicó la maniobra de Heimlich con tal diligencia que amén de desobstruirle la tráquea le fracturó una costilla, por lo que hubo de ser hospitalizado. En su ausencia, las delegaciones de ambas fuerzas políticas llegaron a un acuerdo tan rápida como sorpresivamente: a pesar de contar con menos votos, la presidencia del Gobierno sería para el socialista Fernando Puras. A cambio, la coalición vasquista se haría con la presidencia del Parlamento y la alcaldía de Pamplona. Entonces se pudo comprobar que las manifestaciones realizadas por Puras durante las negociaciones, y que muchos juzgaron exageradas, eran ciertas: Navarra no estaba preparada para tener un presidente del Parlamento abertzale. O al menos no lo estaba un sector de su clase política. Miguel Sanz sufrió una hemiplejia cuando Patxi Zabaleta comenzó la primera sesión del Parlamento como presidente del mismo hablando en euskera. La parte afectada fue la derecha. Se recuperó sin problemas. En diciembre, el Gobierno de Navarra nombró presidente de Caja Navarra a Maiorga Ramirez. Más exactamente, en primer lugar él mismo se autoproclamó candidato, y posteriormente Nafarroa Bai y PSN dieron el visto bueno al nombramiento. A partir de entonces, UPN puso el foco de su oposición al Gobierno en La Can. Una Can que comenzó un proceso de acercamiento a las cajas vascas, muy criticado por el partido regionalista. Tras las elecciones de mayo de 2011, en las que Nafarroa Bai y PSN reeditaron resultados y, seguidamente, coalición de gobierno, Ramirez continuó al frente de la Can, que pasó a formar parte de Kutxa Bank, junto a las otras tres cajas vascas. La Can sería el 11% de la nueva entidad financiera. Mantendría la gestión de la obra social. Y no tendría que despedir empleados. UPN puso el grito en el cielo. Acusó a NaBai de actuar cegada por obsesiones identitarias en vez de criterios financieros. De dilapidar la joya de la corona de la economía navarra. De utilizar a la Can como moneda de cambio. De vender Navarra. De contrafuero. Presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la fusión. Emulando a la Gamazada, llamó a la Maiorgada. Sus militantes quemaron cartillas de la Can frente a su sede central de Carlos III. Organizó una gran manifestación bajo el lema "Caja Navarra foral y española". Bramaron que con UPN en el Gobierno nada de eso habría pasado.

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